... de la canal, que adormece
nuestros juegos en silencio;
trae, enfermas, las conciencias de mi gente,
y produce los olvidos, las sin-verguenzas.
De vez en cuando un gaviotin hunde
sus patas, en búsqueda de sombríos
corazones, pero estos, suelen morir deshechos
en el remolino de un toilette.
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