domingo, 18 de abril de 2010

Encuentro

Nos debíamos el encuentro hacía un año, quizás más; Era la excusa un café y un rostro para asociar a tanta letra derramada en las pantallas. Forcé un poco a los destiempos y la nimiedad de los pretextos, forcé también, el deshilache de la oscura soledad de la rutina; al encontrarnos mi mirada sé lleno de vistas, cómodas, acostumbradas en la ilusión intacta; entonces, las ideas chocaron en lo apretado de mis dientes, pujaron, salieron, de esta boca que a veces se desata y me hace ser.

Laberínticos paisajes de un Carroll beodo
socaban mi razón desde tus ojos.
Y el espacio que ceden tus labios,
es apenas un silencio de infinitos
que pervierten mis sentidos.

La vuelta a mí se fue cubriendo de ansiedades contenidas, de imágenes de piel, de sonidos y de sensaciones.
La vuelta fue maravillosa

jueves, 1 de abril de 2010

CIRCO VENECIANO

Bailantes, mirad con sorna este ancestral linaje

caballeros que en su marcha, contrastan con

los graciosos conejos, sublimantes de un mensaje

perentorio que se dicta desde el gesto.

( Esta bacanal murguera que distrae,

arroja hacia las fauces de la turba

una fiesta de migajas de colores

y un discurso hueco, antiguo

emite un Wincofon desde el ayer.

Es entonces que,

los enanos travestidos, arrancan

hasta el ultimo de los alientos,

a este pueblo de alma flaca

y pecho abierto.)

MIRAD, BEBED, SONREID

miércoles, 24 de marzo de 2010

Ser

Madurar es intrincado. Transformar
estilos, gustos; rebelarse.
El hombre es, o se diluye en el aire
Para fundirse al natural con el polvo
y renacer, tal vez en Pez.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Flor suprimida

Cierra su ojo en el negro

cuidando el iris, primavera en ciernes,

de los fantasmas de un pico, de una gota.

Un delicado pétalo, muy blanco, husmea

el aire de una noche fresca, y un viento

atravesado lo lleva en andas por castigo.

Agua lóbrega

... de la canal, que adormece

nuestros juegos en silencio;

trae, enfermas, las conciencias de mi gente,

y produce los olvidos, las sin-verguenzas.

De vez en cuando un gaviotin hunde

sus patas, en búsqueda de sombríos

corazones, pero estos, suelen morir deshechos

en el remolino de un toilette.

Los estoy defraudando

Alguien llora una partida, la mía.

Cabezas gachas hunden aun mas

el esternón de la congoja.

Miedo a ser, a sentir, mueven

las aspas de este molino que ya

ni agua trae.

Malditos los retos cotidianos

que te horadan por dentro

y te endurecen el roble.